¿Por Qué Lo Haces?

¿Por qué lo haces?
¿Que cosa?

Eso. Ya sabes. Dejar que tus emociones o que las voces de tu alma hablen. El no callar cuando quizás alguna otra persona ya lo hubiera hecho. A caso ¿no te da miedo?

Verás. Trataré de responder lo mejor que pueda tu segunda pregunta. Creo que será más entendible todo, si la tomamos como nuestro punto de partida. Y permíteme ofrecerte una disculpa de antemano si empiezo a divagar, a veces el ruido de mi corazón y mi mente es tan alto, que me pierdo. Pero misteriosamente, encuentro una luz en medio de la escritura, es como si ahí estuviera el sofá donde al yo reposar, cada idea, cada sentimiento, cada duda y hasta el más minúsculo temor empiezan a cobrar vida. Ellos, salen de mi cuerpo, salen de mi mente y corazón, se postran delante. Jalan unas sillas de no sé dónde, y los observo.

Intento imperiosamente no perdr detalle de cada cosa que dicen, aún por más inverisímil o insignificante que puedan parecer al primer vistazo.  Observo cada sutil movimiento, gesto, mueca. Inclusive, aún con lo que queda de miedo, trato con especial meticulosidad, descifrar lo que sus sonrisas y ojos callan. Es curioso, ellos son las voces que viven dentro de mí; pero aún, estando fuera de su prisión, dudan sobre su completa expresión.

Quizás es porqué el amor, en algún momento se convirtió en desamor, o tal vez, en algún tipo de amor no correspondido y/o desdichado. Imposibilitado no por si mismo, pues en él, nada quedó por hacer, ni hubo batalla alguna que faltó de ser librada; simplemente, las circunstancia truncaron el completo desdoble de su divinidad. Y ahora, espera con cuidado, ya no solamente al momento oportuno de salir de mi corazón, porque si gustas, me puedes llamar dualista, pero creo firmemente en la división cuerpo y alma, y creo que el alma tiene vida. Perdón, creo que me estaba desviando, pero conste que te advertí que posiblemente hubiera algún momento donde me desviara.

Está bien, continuaré. Es como si aguardara en qué momento acercarse al corazón y al alma de la otra persona, entrar en ella, y susurrarle lo mucho que desea vivir en ella por el resto de la eternidad. Así es, no vivir con ella o a su lado, sino, algo más poderoso y que trascendental. Vivir en ella. Entregarse completamente. Fusionarse, caminar como uno solo por el rumbo de la vida, ya no solamente terrenal, sino, ir juntos al más allá el día que Dios decida liberarlos de su prisión corpórea que impide su completa fusión. Es ahí donde yace la magia, lo divino y lo sublime de abrazar a quien se ama. Pues es la representación terrenal del anhelo de aquellas almas por convertirse en una sola.

Pero, en la búsqueda por entregarse a su alma gemela, confundido por las inclemencias del tiempo, las piedras en el camino, que puedan llevar a más de un golpe, rasguño o lesión, es que aprende lamentablemente, a ser cauteloso. Es decir, ama sin condición, con entrega total, pero también siente, también busca ser amado, comprendido y mimado. Observa, y decide adentrarse en esa persona, susurrar en los oídos de su corazón y de su alma, con toda la esperanza de poder ahí encontrar a su alma gemela.

Pero no es alma gemela porqué gozan de los mismos gustos, comparten cosas y hay puentes que unen puntos que tienen en común. Encontrar eso es fácil. Te gusta la lectura, ve a una biblioteca y ahí será más sencillo hallar a esa persona en particular que una clase futbol. No, no es eso lo que un alma gemela es. Se podrán tener muchas diferencias en la superficie. A mi me gusta el color rojo, y a mi alma gemela el amarillo. Tú podrás encontrar encantadora la música de piano, pero tu alma gemela podrá encontrarla aburrida, o simplemente escapa de sus gustos, ya que ellos yacen en otro lugar, en otro dominio musical. Y eso está completamente bien. Pues comprenden que eso reposa en lo superficial y en las formas. La unión es engendrada en el gusto por la música, el deseo compartir, de bailar al ritmo de cada nota musical, de cada lirica, de cada melodía que, con cada nota, los une más y más.

Es en este punto donde me faltan razones, comprobando que Slavoj Žižek dice la verdad. El amor es el amor, y cuando se intenta racionalizar deja de ser amor. Siendo esa la razón por la cual, es ahora cuando me veo imposibilitado y absolutamente atado manos al tratar de explicar con precisión lo escrito en el párrafo superior. Pero, créeme, es lo más hermoso.

Cuando aquello versa en las diferencias superficiales, es quizás donde más amor yacerá, pues no reposa en lo etéreo y lo efímero circunstancial, sino, versa, en lo sublime, puro y eterno.

Me parece ser, que por el momento ya he hecho uso de la palabra por bastante tiempo, y no pretendo monopolizar el dialogo, ni, por ende, convertir en una mera diatriba o algún intento de monologo. Y perdón si me perdí en el camino y mi respuesta no fue clara ni concisa, recuerda qué, hay cuestiones que no son dignas de explicación alguna, pero hay otras que, no sólo sí son dignas, sino que, su propia naturaleza demanda una apertura completa sin miedos, tapujos o tabúes.