¿Qué nos está pasando? ¿En dónde nos perdimos? ¿Cuándo y en dónde se nos cayó nuestra brújula que ni cuenta nos dimos? ¿Hemos tan siquiera caminado juntos en algún momento? ¿Por qué somos tan egoístas y egocéntricos? ¿Cuándo aprenderemos que no podremos domar al mundo sin antes controlarnos a nosotros mismos? Dicen que seguimos evolucionado y caminado hacía adelante, pero en ocasiones me cuestiono la veracidad de tal afirmación…

¿Somos unos hipócritas?

Pareciera como sí el hombre no está contento con lo que es y con lo que hoy le rodea, no mal interpreten esto, no me refiero a que seamos conformistas y que no debamos superarnos, pero lo que si digo, es que en esa constante lucha interna y externa por la superación y la quizás supervivencia, hemos violado despiadadamente aquel lugar tan maravilloso llamado planeta tierra, hemos ultrajado los derechos del que nos rodea, hemos pisoteado los ideales de nuestro vecino, nos hemos tratado de mofar de la misma vida, hemos pensado que somos más grandes que la misma historia… Perdóneme querido lector, pero que estúpidos somos, no hay mayor idiotez que intentar domar la historia y pretender ser más grande que la misma vida….

¿Cuándo nos volvimos tan indiferentes, tan apáticos y tan cínicos ante el prójimo? Hoy fingimos tener cierta empatía por los problemas o las dificultades de los seres que nos rodean, sonreímos ocultando la poca importancia que tiene para nosotros. Se dice que los ojos son las ventanas del corazón, pero nos hemos perdido en la inmensidad del cosmos, hemos perdido el rumbo como humanos, llegando al punto de que hoy no sabemos como conectar el corazón con los ojos, hemos silenciado y casi casi que hasta matado todos aquellos sentimientos que nos definen, que nos dan identidad, y los hemos asesinado por temor a que se burlen de ellos, por miedo a que nos digan que somos débiles y hagan mofa de ellos, pero si somos capaces de fingir cierto grado de una falsa empatía al ver a un perrito callejero que presenta desnutrición… ¿Por qué somos tan insensibles, tan egoístas, tan apáticos, tan miserables?…. ¿Por qué y cuando se nos olvidó que somos “humanos”?

Hoy hace falta ver sangre y lagrimas para poder decir “esa persona debe estar sufriendo, probablemente este cursando por un duro periodo en su vida”, pues hemos omitido o hemos decidido hacer caso omiso a aquellos sentimientos que alguna vez hicieron girar el mundo hacía un mejor lugar….

Lo viejo contra lo nuevo

Contaste roces y conflictos producido por el choque de dos generaciones que en apariencia son antagonistas y por lo tanto “diferentes”, pero que en realidad son la misma sociedad, la misma generación, solamente con distinto maquillaje, llena de las mismas imperfecciones, repletas de las mismas carencias pero expresadas un poco diferente y tal vez con un poco de suerte, portan una mascarrilla, tratando de ocultar esa sombría y pálida expresión de su rostro que lo único que demuestra es que aquellas palabras que alguna vez nos diferenciaron de los animales, me refiero a las palabras “ser humano” u “hombre”, hoy nos quedan grandes, hoy hemos denigrado estos dos términos, que vergüenza…

“Es que ellos solamente se la viven en el teléfono” “solamente quiere ir de fiesta con sus amigos” “En lo único que piensa es esas ‘benditas’ redes sociales” más y más cosas así escuchamos en lo que parecer ser hoy un desolador y probablemente tormentoso presente. No se ha entendido que el presente es una manifestación de todas aquellas acciones que alguna vez fueron perpetradas en lo que hoy llamamos “pasado”, pero no le quitemos merito a aquellos “potenciales” de acción que hoy denominamos quizás con un poco de valentía como “omisiones”. El presente nos es más que el hijo de del pasado, achacarle toda la culpa a las jóvenes generaciones sin aceptar la inmensa responsabilidad que aún hoy poseen las “viejas generaciones” sería una aberración mía.

Lo nuevo contra lo nuevisimo (contradicciones)

Pero nosotros como “nuevas generaciones” no lo estamos haciendo mejor, es más, muy probablemente los estamos haciendo incluso hasta peor, y lo voy a explicar.

  1. Burlas insensatas rayando en la idiotez a todos aquellos movimientos sociales a los que hoy coloquialmente se les ha puesto la etiqueta de “progresistas”, pero están equivocados si creen que voy a defender a todos estos fenómenos sociales, porque tanto el uno como el otro están plagados de una manera insensata de contradicciones, de hipocresía, de cinismo, de un libertinaje que vulnera a lo que alguna vez fue una “sociedad estable”
    1. “La verdad son unos tontos” “Que retrograda eres” esto y muchas otras cosas más escuchamos de un lado y del otro, y no se dan cuenta que por dentro están igual de podridos, dicen poseer un espíritu distinto, no obstante, en su infinita soberbia no son capaces de reconocer que ambos son idénticos, no hará falta tener más de dos dedos de frente para verlo.
    2. En esa lucha incesante por la transición de lo viejo a lo nuevo, cometemos muchos atropellos, fomentamos muchas falacias narrativas, muchos asesinatos, y no me refiero a tomar una pistola y dispararle al otro…
  2. ¿Qué estamos haciendo nosotros para cambiar el rumbo de este mundo, de nuestro hogar? NADA, quejarnos sin la unión de la acción, y sin tener argumentos, o tener alguna mínima noción de lo que está pasando no sirve de nada.
    1. Se le aplaude y se le reconoce más a alguien que ha decidido posar con poca ropa o incluso llegando a la desnudez, escuchamos decir “mira que buen cuerpo” (en mi tierra lo dicen de otra manera, pero por respeto a usted querido lector o querida lectora, he decidido dejar esto a su interpretación), pero, ¡carajo! ¿Qué diantres estamos haciendo? Hoy a aquel que escribe, dibuja, pinta, compone música, y demás personas que buscan expresarse de una manera poética, artística y sublime, son ignoradas porque son “aburridas” o “perdedores”, pues hoy lo que es “cool” y está de moda es ir a tomar alcohol hasta caer en la perdición, y presumir con una “valentía” que “yo si me he puesto borracho”, haciendo mofa del otro que nunca lo ha hecho…
    2. Dinero, carros, alcohol, fiesta, todo esto es lo que hoy te hace ser un chavo o joven “normal” y “divertido” (que soberbio somos, pretendemos etiquetar algo cómo “divertido”, siendo esto tan subjetivo como el adjetivo “hermosa/o), “No me hables de historia (literatura, poesía, política, etc), eso es aburrido” “¿Y la historia de que me sirve? Ni que viviera en el pasado” Perdonen la palabra, pero que estupidez es esto, no se ocupa saber qué, negarnos a conocer nuestro pasado significa que muy posiblemente cometamos los mismos errores que alguna vez tomaron lugar, y a su vez, que omitamos la ejecución aquellas decisiones que en su momento fueron certeras, cayendo así este constante circulo de error tras error, culpando a unos cuántos, evadiendo la responsabilidad que todos compartimos, yendo a una futuro aún mas patético que nuestro presente, con una historia atestada de pena, y vergüenza, tanto así qué, hará vomitar a los estómagos sensibles.
  3. “Total somos jóvenes, y vida solo hay una” que frase tan buena, la verdad, ya sé que es muy trillada y de inexistente complejidad, pero es que no se ocupan cosas tan complejas para tratar de explicar la quizás sencillez que la misma vida puede albergar. Solamente es necesario tomar el timón de esta frase para darle un sentido, porque efectivamente somos jóvenes y vida solamente hay una, debemos de cuidar lo que tenemos, proteger y salvaguardar nuestro hogar, a nosotros mismos, a nuestra ciudad, a nuestro estado y país, sin caer en el olvido de aquellas instituciones sociales que han demostrado ser necesarias y beneficiosas para el ser humano, y a la vez, destrozar, abolir y derrocar a todas aquellas que no son más que un lastre, a aquellas que son como dos pesados grilletes en las ruedas de ese inmenso tren en el que todos estamos dentro, me refiero a la vida. No nos debemos olvidar cuidar los valores que alguna vez pudieron haber existido, y que parece ser que hoy no son más fabulas motivacionales demostrando una añoranza por lo que alguna vez existió, o pudo haberlo hecho…
    1. Llegado a este punto quiero hacer notar la manera un tanto burlona y cínica con las que los jóvenes que aún ostentan nobles principios, valores e ideales pueden ser victimas de agresiones tanto activas como pasivas, pues se les califica desde ingenios o inocentes, hasta algunos menos respetuosos les llegan a decir o los califican de “estúpidos”. Damas y caballeros, les hago siguiente pregunta, ¿Quién es el verdadero “estúpido” en realidad? ¿A caso es aquel que de alguna manera sigue creyendo en la humanidad, aquel que aún conserva dentro de si mismo la mas fuerte esperanza de que el hombre puede rectificar su camino, o aquella persona que a pesar de su molestia y continuas quejas y reproches del porqué el mundo es come es, decide no hacer nada, porque dice “así es la vida”? ¡NO señores! Si usted vive con esa miseria dentro de usted mismo, no envenene a la juventud con ese pesimismo sobre el ser humano, y no hablo que debemos de caer en un pensamiento mágico donde todo es de nubes rosas, y donde hay un arcoíris que conecta cada pueblo, donde la “maldad” es un mito. Lo que si digo es que, si tanto nos quejamos, y nos molestamos por el como son las cosas, entonces dejemos de estar yendo cada 8 días a fiestas, y tomar alcohol como si fuera agua y estuviéramos en medio de un desierto, dejemos de perder tanto tiempo en el ocio y la vagancia, dejemos de mal gastar lo más precioso que tenemos, nuestro cerebro y nuestro tiempo.

Redención…

Veo a una sociedad que lamentablemente está perdida en las nubes, está perdida en la inmensidad del cosmos tratando de encontrar la razón de la inmortalidad del cangrejo. No me tomen por alguien que ve que todo es fatídico, sombrío, etéreo, y sin salida, pues no, yo realmente sigo creyendo en el hombre, sigo firmemente creyendo que somos capaces de recuperar aquella brújula que alguna vez perdimos, y por la cuál hoy estamos padeciendo de tanto.

Guerras dentro de un mismo pueblo, conflictos armados entre pueblos hermanos, impulsados por la ambición y avaricia de sujetos que han quitado los pies del suelo, y que hoy todo y nada les importa a la misma vez.

Armas atómicas, viajes al espacio, inteligencia artificial, transición a energías limpias porque somos responsables y cuidamos a nuestro planeta ahora que está al borde del cataclismo, porque antes como no “gritaba” pensábamos que no le dolía cada árbol que con mucha saña le quitábamos, ya que en nuestra cabecita esta éste estúpido pensamiento que el mundo necesita mas aguacates…

Con todo esto no quiero decir que el mundo o nuestra sociedad está llegando a su fin, aunque en ocasiones eso parezca, tampoco piensen que mi visión es que nos espera un futuro arrastrando un pasado con vergüenza, donde el único logro colectivo será el haber sobrevivido a nuestro hoy presente y a nuestro pasado del futuro. Muy dentro de mi sigue viva esta esperanza en que el hombre será capaz de darse cuenta de todos los destrozos que ha causado en busca de la nada, y que si bien, he mencionado que nosotros somos hijos del tiempo y de la historia, también nosotros podemos cambiar la manera en como esta relación trabaja, es decir, Hegel decía que era el “espíritu universal” el que movía a la historia, mientras que Marx mencionaba lo opuesto, diciendo que era la historia lo que movía al “espíritu universal”. Sin embargo, nosotros podemos hacer que esta estrecha relación de subordinación pase a ser una real relación de cooperación, y así podremos realmente evolucionar como sociedad, a una sociedad donde las armas ni siquiera sean conocidas y por lo cual no sean necesitadas, pue el hombre habrá alcanzado un nivel de madurez que le permita comprender lo vital que resulta el simple hecho de dialogar, sin la imperiosa necesidad de estarle apuntando al otro con una pistola en la cabeza, porque desafortunadamente aquello que nos distinguía como seres humanos y no animales ha quedado en el baúl de los recuerdos…

Es hora que nos fajemos bien los pantalones y nos hagamos responsables de quienes somos y de todo aquello que hacemos y omitimos… Pero también es hora de que volvamos a ser humanos, es momento que una vez más recordemos que nuestro vecino es nuestro hermano, que nos acordemos de todos aquellos momentos donde aquel desconocido nos tendió la mano sin que nosotros lo pidiéramos, y por muestra de gratitud hacia la vida, nosotros darle la mano a aquel que lo necesita. Es ahora cuando más necesitamos recordar que si queremos seguir avanzando como especie, debemos de avanzar juntos, de otro manera, la perdición será la única salida….

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