Respira, vamos inténtalo, respira profundo, piensa en todo lo que has caminado para llegar hasta aquí… Recuerda cada una de las pruebas que has tenido que superar para poder lograr tus sueños y metas… Respira hondo, sé que tú corazón está roto, sé que aún no ha sanado en su totalidad, soy consciente de que aquellas heridas que pensaste que ya habían sanado siguen sin cicatrizar por completo, y que al más mínimo contacto, de ellas brota dolor, de ahí salen recuerdos de cada uno de los momentos donde te sentías invencible, momentos donde eras feliz y no te dabas cuenta de la fortuna y dicha que se postraba delante de tus ojos.

Sé que voltear a ver el pasado es doloroso, contemplar todo lo que pudo ser y no terminó siendo, ver como aquellas ilusiones poco a poco se fueron desvaneciendo en una eterna oscuridad, como aquellos sueños se fueron cayendo a pedazos con cada persona que abandonaba tu corazón, como cada uno de tus anhelos que te mantuvieron con vida en los días donde las calamidades azotaban a tu puerta se iban diluyendo en la desilusión y desolación… Cómo el miedo a perderlo todo te arrebataba tu paz, como tus miedos y demonios se burlaban de ti, arrebatándote a las personas que más amabas…

Te he visto culparte a ti mismo por cada persona que se ha marchado, he observado con mi mano en el corazón cada lagrima que derramaste en medio de la noche, invadido por la soledad, preguntándote que hay de malo contigo, torturándote con la culpa del porque las personas han decidido salir de tu vida. He contemplado como tu paz ha desaparecido, como tu sonrisa ha sido borrada de tu rostro, como tu corazón dejó de sonreír, como tu alma dejó de soñar con un mundo mejor, con un mundo que no conoce de temores, de prejuicios, de reproches, de egoísmo, pero que sobre todo, conoce de amor, de amistad, de solidaridad y empatía…

Tranquilo, lo has hecho bien, has caminado lo mejor que has podido. Has tropezado, pero te has levantado cada vez más fuerte. Te has equivocado, pero has aprendido, y ahora tus pasos son más seguros, son más conscientes. Has llorado, tu corazón se ha roto en mil pedazos, y aún así, has decidido amar, has decidido no prestar atención a las voces que te intimidan, y has escuchado a las súplicas de tu alma, a los ruegos de volver a amar, de seguir intentando y atreviendote, a pesar de poder esta vez no levantarte, ¿por qué sabes algo? siempre has podido, siempre te has levantando a pesar de que cada caída ha sido más dura, a pesar de que cada herida es más profunda, has decidido que quieres intentar vivir, que quieres intentar ser feliz, para una noche, hablar con la luna y contarle de como seguiste avanzando cuando creíste que habías tocado fondo. Cuando tu corazón gritaba tan alto, que hasta rompieron los cristales de tu alma, pero aún así, nadie vino a tu rescate…

Tranquilo, tranquilo, que tus lagrimas pronto dejarán de brotar, y en su lugar, surgirán nuevas sonrisas, nuevas ganas de reír, nuevos motivos por los cuales levantarse de la cama y salir a encarar la vida. Tranquilo, tranquilo, que cuando menos te des cuenta, todos aquellos sueños que creías muertos, volverán a latir, pero esta vez, latirán más fuertes, que encenderán los carbones de tu corazón con tal intensidad que se transmitirá a todos, encenderás los carbones de otros, crearás nuevas cadenas humanas que serán más fuertes, más puras y , más bellas. Tranquilo, tranquilo por favor, secáte esas lágrimas, que yo sé bien lo que duele querer contar lo quebrado que te sientes. Sé lo duro que siente estar roto por dentro, como si algo no estuviera bien a pesar de las sonrisas que tu rostro pueda reflejar. Sé lo difícil que resulta el querer salir corriendo hacía esa persona y decirle “perdón, no te quiero perder. Te amo”, pero no poder. Sé lo que se siente esa sensación donde ya nada te asombra, donde deseas encontrar a alguien con quien compartir hasta el más tonto momento, alguien con quien poder escribir una historia, y pintar nuevo amaneres, y darle vida a los atardeceres. Querer encontrar a esa persona con quien hablar hasta la madrugada, sonriendo a través del telefono…

Entiendo bien ese sentimiento de querer bajarse de la rueda de la fortuna porqué va girando muy rápido, cuando lo único que deseas es poder salir corriendo y encontrar un lugar donde el tiempo no exista, respirar y entender que ha ocurrido… Entiendo bien ese sentimiento de no estar mal, pero tampoco estar bien, solamente “estar”. Ese vacío que la ausencia de esa persona te generó, y el dolor que nace en tu corazón al leer nuevamente cada conversación donde se juraron estar juntos por siempres, ver cada foto que los une, cuando hoy, son sólo unos desconocidos con recuerdos en común.

Comprendo bien esa sensación que brota de tu pecho cuando las dudas del saber cómo estará aquella persona te asaltan a mitad del día, el no saber si está pasando por un mal momento y no poder estar ahí para tan siquiera secar sus lágrimas y prometerle que todo estará bien. He vivido esa sensación de que querer gritar, de suplicar que el tiempo regrese a cuando eras felíz, cuando te sentías completo, cuando tus heridas no dolían, cuando tu corazón sonreía, y cuando tu alma te llenaba de vida. Sé como se siente releer cada conversación y querere vivir esos momentos una vez más y la imposibilidad de ellos, pues ahora le pertenecen a aquello que llamamos “pasado”.

Tranquilo, tranquilo, toma mi pañuelo, toma mi hombro, seca tus lagrimas, que después de la tormenta llega la calma, después del invierno llega la primavera, después del frío que le arrebató la vida a las flores, sale el sol para darles vida y color nuevamente, levantando su tallo torcido y desquebrajado. Después del derrumbe, después del terremoto toca levantarse, y reconquistar aquello que perdimos, ver al pasado pero no con culpa, sino como un impulso para volver a ser feliz, que sí se puede ser feliz aunque tu mundo se haya derrumbado, que si se puede volver a sonreír en medio del caos, pero claro que es más dificil cuando todo a tu alrededor ha quedado en cenizas, cuando todo tu mundo está en el suelo, cuando no quedan nuevos lienzos por pintar, carajo, claro que cuesta un poco más de trabajo, ¿¡Que carajo estoy diciendo!? claro que cuesta mucho trabajo, pero solamente los valientes lo hacen, solamente aquellos que tienen las agallas de volver a sentir, de volver amar, de volver a vivir, de aquellos que aún con el corazón hecho pedazos se avientan al ruedo y deciden arriesgarse y jugársela, apostar todas sus cartas, de ir por el todo, porque las medias tintas no van con ellos…

Leave a Reply

Your email address will not be published. Required fields are marked *